La mayoría de los psicólogos concuerdan que la causa de los problemas sexuales corresponden a causas psicológicas. No obstante, la naturaleza específica de las causas psicológicas de los problemas sexuales varía de acuerdo a la corriente y perspectiva del terapeuta.
Los psicólogos psicoanalíticos, señalan que los problemas sexuales provienen de experiencias infantiles que marcaron el desarrollo sexual de la persona, como puede ser presenciar un acto sexual. Los sistémicos que estudian las relaciones interpersonales, postulan que el origen de la disfunción sexual son problemas en la relación que repercuten en la sexualidad. Como por ejemplo, falta de confianza e intimidad.
Los psicólogos que entienden al ser humano, como una persona en constante construcción y aprendizaje, señalan que la causa de los problemas sexuales provienen de las percepciones mentales que nos hacemos en relación a la vida sexual. Como por ejemplo, vivir la sexualidad como un pecado.
Unas causas de los problemas sexuales parecen ser más profundas y remotas, mientras que las otras parecen ser más superficiales y fáciles de trabajar.
No obstante, la mejor terapia sexual, como propone Helen Kaplan, es aquella que interviene en los dos niveles, analizando todas las causas de los problemas sexuales, haciendo una intervención en distintos niveles, consciente, inconsciente, en los pensamientos y en la relación.
Si bien las causas de los problemas sexuales son variadas, existen causas psicológicas que tienden a repetirse.
Principales causas psicológicas de los problemas sexuales
- Temor al fracaso: esta causa consiste en que la persona se observa de manera crítica, durante el acto sexual. No logra relajarse y está constantemente evaluando su desempeño. Es normal que pensamientos como “¿Lograré tener una perfecta erección?” afecten negativamente en nuestra erección. Cuando las personas están constantemente preocupados de su desempeño, y tienen mucha ansiedad en no cumplir sus expectativas, es común que tengan disyunciones sexuales.
- Experiencias traumáticas previas: En caso de haber tenido una experiencia sexual traumática en la infancia, es muy normal que nuestra sexualidad actual se vea alterada. Esta experiencia sexual traumática no necesariamente tiene que ser algún abuso sexual, si no también puede ser haber visto una persona desnuda, o haber escuchado a nuestros padres hablar o pelear debido a su sexualidad.
- Problemas de pareja: Si hay problemas en la relación, es probable que nuestra sexualidad no funcione bien. Si no hay confianza, o respeto, si no hay espacios de intimidad o tenemos mala comunicación, nuestro campo sexual tendrá consecuencias.
- Mala técnica sexual: Si la estimulación sexual no es adecuada, o el resultado del encuentro sexual no es satisfactorio, ya sea por falta de información o por falta de conocimiento y auto conocimiento, es común que nuestra respuesta sexual se vea afectada.
- Ignorancia sexual: si no sabemos qué es lo que nos gusta y qué es lo que no nos gusta, es normal que no tengamos una vida sexual satisfactoria. Saber qué nos gusta es responsabilidad nuestra, contarle a nuestro compañero sexual, también es nuestra responsabilidad. No obstante, nuestra pareja sexual debe hacerse cargo de esa información y actuar de acuerdo a ella.
- Ansiedad frente a la intimidad: Si nos da miedo o mucha ansiedad estar solo/a con nuestra pareja, es inevitable que nuestra sexualidad se vea afectada.
Dependiendo de la o las causas que identifiquemos que están afectando nuestra sexualidad, se puede hacer un pronóstico del resultado del tratamiento. No obstante, para tener éxito en la terapia, se necesita de la confianza para poder ser sincero hacia nosotros mismos, hacia nuestra pareja y hacia el terapeuta. Así mismo, debemos tomar la motivación y el compromiso de querer cambiar.
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